Serie: Las 5 Reglas del hombre 

Foto por Phil Eager

Regla 1: La vida no es fácil

Por Carlos Rodiles

Todos hemos batallado con el drenaje de nuestras casas. En ocasiones se nos ha tapado el baño y hemos tenido problemas con el olor que despide. Aunque seguro nada tan grave como lo que ocurrió en casa de mi suegro. ¡El drenaje de su casa dejó de salir a la calle! Esto creó un problema colosal, por decir poco. Después de varios meses al final lograron que se enviara un equipo de personas a solucionar el problema. 

El trabajo que hicieron fue increíble. Rompieron la calle, cavaron un hoyo gigante para destapar el conducto, pusieron un tubo nuevo y lo conectaron de nuevo al desagüe de la ciudad. Tuvieron que trabajar en medio de mucha suciedad. Después rellenaron el hoyo y taparon con cemento, dejando todo como si nada hubiera pasado. 

Su trabajo fue admirable. No cualquiera lo hace.

Con esta experiencia, me di cuenta de que estar dispuesto a ensuciarnos las manos por otras personas nos eleva a un estado superior, nos da un liderazgo y honor que no es posible obtener de otra manera, un respeto que ni todo el dinero del mundo puede comprar. Cuando vemos a personas haciendo algo difícil, aunque sea un trabajo que otros consideran denigrante, las estimamos y valoramos. 

Esto me hizo pensar en la primera regla del hombre: La vida no es fácil.

Richard Rohr en su libro Adam´s Return (El regreso de Adán) nos habla de 5 reglas del hombre. Son normas que debemos entender y abrazar para convertirnos en verdaderos hombres. Son verdades que nos ayudan a madurar. Además de ser principios que Jesús abrazó cuando estuvo en la tierra. 

  1. La vida es dificil.

  2. No eres lo más importante.

  3. La vida no se trata de ti. 

  4. No tienes el control.

  5. Vas a morir.

Este modo de pensamiento va en contra de la cultura posmoderna que está enseñando que la vida debería ser fácil, que somos importantes, que la vida se trata de nosotros, que deberíamos tener o intentar tener el control de lo que nos rodea y que de alguna manera viviremos para siempre. 

Este tipo de enseñanzas enfocadas en el «yo» y en «la gratificación propia» sólo producen adolescentes atrapados en cuerpos de hombres, que nunca crecen y que nunca alcanzarán su máximo potencial.

La cultura nos dice «sigue tu  corazón», «haz lo que te haga feliz», «habla tu verdad». Estas son algunas de las frases que representan la ideología posmoderna. «Mientras no afecte a los demás, haz lo que tu corazón te diga». Ésta frase asume que nuestro corazón de alguna manera sabe qué es lo malo y qué es lo bueno. Y no sé tú, pero yo de continuo estoy buscando que mi vida sea más fácil, no necesariamente mejor.

John Tyson en su libro Padre intencional nos habla de la primera regla como una transición de fácil a difícil. No importa la edad que tengamos, tenemos que entender que la vida no se trata de hacerla más fácil, sino de abrazar la dificultad. 

El ejemplo que tenemos de Jesús, es este: el Hijo de Dios dejó su poder y su gloria; por decirlo de otra manera, dejó la «vida fácil del cielo». Filipenses nos dice: «El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Filipenses 2:6-8).

No sabemos en realidad qué es más fácil o qué es más difícil pero desde nuestra perspectiva humana entendemos que tener todo el poder, estar en un estado de unión perfecta con el Padre y el Espíritu Santo debe ser mucho más fácil que vivir en un cuerpo con tantas vulnerabilidades, tentaciones y separaciones.

Así como Jesús decidió morir a una vida fácil para la gloria de Dios, de la misma manera cuando nosotros abrazamos la dificultad de la vida, traemos gloria al Padre. El ejemplo que damos de  nuestro maestro apunta a quién es Él. Así mismo, esto genera un sentido de respeto y misterio de otros hacia nosotros. 

Ahora, no se trata de perseguir una vida difícil como fin último. Henri Nouwen, en su libro The inner voice of love (La voz interna del amor) nos advierte que buscar la dificultad sin discernimiento nos puede llevar a «estar exhaustos, burnout, deprimidos, y estos no son signos de que estamos haciendo la voluntad de Dios». 

Añade: «Dios es amable y amoroso, Dios desea darnos un sentido de seguridad profunda en su amor. Una vez que hemos experimentado ese intenso amor, seremos capaces de discernir a quién estamos siendo enviados en el nombre de Dios». Centrados en el amor de Dios, seremos capaces de discernir las dificultades que Dios quiere que abracemos.

Cuando abrazamos esta manera de vivir, escogemos el camino angosto y no evitamos la dificultad, sembramos una vida de gozo verdadero y perdurable. 

Esta primera regla nos hará libres de la ideología que está haciendo a nuestro mundo cautivo. 

Seguiremos hablando de las siguiente cuatro reglas de ser hombre en el próximo artículo. 

Bibliografia

Nouwen, Henri J. M. You Are the Beloved: Daily Meditations for Spiritual Living. Edited by Gabrielle Earnshaw, First Edition ed., Crown Publishing Group, 2017.


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