5 recomendaciones para mejorar la memoria

Estratégico

20 dic.

Escrito por Milamex

Decide seguir los consejos y tu memoria mejorará

Por Esaú Noriega

Con el correr de los años, algunas personas tienen dificultad para recordar nombres, lugares o palabras, produciendo en ellas cierto tipo de incomodidad. Generalmente, cuando están teniendo una conversación con alguien más, aunque tienen el nombre de aquel artista tan famoso en la punta de la lengua, no lo pueden decir.

Es verdad, la mente humana se va deteriorando poco a poco, disminuyendo su capacidad para recordar ciertas cosas con la misma velocidad con la que lo hacía en la juventud. Es común que la gente le llame a esto «tener mente de teflón» lo que, según ellos, les impide hacer memoria de ciertas cosas.

¿Qué provoca ese deterioro y qué se puede hacer para recuperar una memoria ágil y veloz?

Uno de los principales factores que promueven la disminución de la memoria es la falta de atención. Tener una mente dispersa que se ocupa en varios asuntos a la vez, brincando de uno al otro sin darles prioridad de importancia, promueve con facilidad perder el hilo de lo que se quiere lograr, provocando confusión de espacio: «¿Dónde dejé esto o aquello?» y confusión de término o conclusión; «¿En qué me quedé?».

Es frecuente que las personas que hacen esto se pregunten: «¿Ya hice esto? ¿Ya dije aquello?», quedando confundidos en relación a en qué parte del proceso se encuentran en una tarea en particular. Esto produce una sensación de inhabilidad y confusión.

No se puede cocinar y tocar el piano al mismo tiempo. Ésta realidad también se aplica al trabajo mental. Los expertos en el tema laboral buscan en los empleados que tengan la capacidad del multitasking (tareas múltiples) que no se refiere a la habilidad de hacer múltiples tareas al mismo tiempo (como muchos creen), sino a la facilidad de adaptarse a diversos ambientes laborales o de tener múltiples conocimientos para ocupar diferentes puestos.

Otro factor importante es la amnesia digital que está íntimamente relacionada con el uso de dispositivos electrónicos como los teléfonos celulares, tabletas o internet.

Podemos recordar aquellas épocas legendarias cuando la mayoría de la gente sabía de memoria los números telefónicos de sus seres queridos o de los amigos cercanos. Lo único que era necesario hacer era discar o digitar esos números sin necesidad de recurrir a listas de contactos. Claro, existían las libretas telefónicas pero esas eran para los números no tan frecuentes. Hoy en día, a veces, no recordamos ni el número propio ya que no nos llamamos a nosotros mismos con regularidad.

En relación al «teflón mental», como algunos lo llaman, está muy relacionado con el poco uso crítico que se hace con la mente. Los medios de comunicación masiva, incluidos el internet y sus varias aplicaciones han contribuido a que absorbamos información sin ningún tipo de filtro, con lo que nos hemos convertido en meros espectadores de la vida.

Los factores antes mencionados nos han sumergido en una zona de confort soporífera que no nos permite ejercitar el músculo cerebral, que poco a poco se va atrofiando por la falta de uso. Pero, ¿se puede hacer algo para recuperar la memoria? Gracias a Dios sí hay solución.

Estas son algunas recomendaciones prácticas que te ayudarán a recuperar la memoria perdida.

1.- Haz ejercicios de memoria como:

Recordar los teléfonos de tus familiares o amigos cercanos. Ya no recurras a las listas de contactos.
Aprende poemas completos y luego repítelos con frecuencia tantas veces como te sea posible frente a algún tipo de público. Memorizar los nombres de los libros de la Biblia es un ejercicio fantástico.
Revisar los nombres de parientes lejanos y sus relaciones unos con otros también podría ayudar.

2.- Lee de manera activa.

Dependiendo del tipo de lectura lleva a cabo distintas estrategias:

En el caso de las novelas procura recordar los nombres de los personajes principales y dáles vida, imaginando cómo serían física y emocionalmente, así como la trama de la historia.
En cuanto a textos filosóficos, como los de autoayuda, lee porciones pequeñas pero completas, haz un recuento de lo leído y luego medita en relación a ese tema, recuerda, meditar significa pensar con profundidad.
Para libros técnicos o académicos, escribir resúmenes o hacer mapas mentales, son dos herramientas magníficas para retener información.

3.- Cuida tu salud.

Hidrátate correctamente. La cantidad de agua que necesita una persona que pesa 54 kilos no es la misma que para una persona de 120 kg. Para saber cuánta agua se necesita, es necesario dividir el peso actual entre 3 y la cantidad restante dividirla otra vez entre díez, lo que nos dará como resultado la cantidad exacta que nuestro cuerpo necesita en realidad.
El ejercicio es de importancia suprema. Entiendo que los afanes de la vida y la falta de tiempo, impiden o estorban para poder dedicar tiempo a esta actividad, pero haz el esfuerzo de apartar una sección de 20 minutos durante el día en donde, por lo menos puedas caminar a velocidad moderada. Ésta será una gran inversión para tu salud y vida, pero sobre todo, te ayudará a que tu cerebro se rejuvenezca y puedas recordar oportunamente todo lo que necesites.

4.- Diviértete, juega.

Dedica tiempo a los juegos de mesa en familia o con amigos, ejercita la mente de una manera muy especial, baja el estrés o por lo menos te distrae de esos afanes que regularmente ocupan tu mente. También existen otros juegos que puedes intentar en solitario y realmente te los recomiendo.

Sudoku.
Kakuro. Este es mi favorito.
Acertijos de lógica.
Juegos de palabras como los crucigramas o palabras cruzadas.

5.- Descansa, relájate y duerme lo suficiente.

Estoy seguro de que si practicas de manera intencional y regular las recomendaciones anteriores, tu memoria mejorará considerablemente y serás más feliz