¿Por qué es bueno jugar videojuegos?
Foto por Andrea Hernández
Cuando era chico, los adultos decían que los videojuegos eran la cocaína de los niños
Por José del Rivero
Crecí en la generación en donde decían que todo lo que yo viera en la televisión que no fuera de los Ositos Cariñositos era diabólico. Por otro lado, también decían que los videojuegos te podían dejar enajenado, adicto, sin ganas de trabajar y pidiendo dinero en la calle. Básicamente eran la cocaína de los niños.
Por un lado es cierto que si se usa en exceso, como todo, puede hacer daño. Pero si se usa con moderación y supervisión de alguien maduro, tiene varios aspectos positivos. Por lo pronto, dejemos de decirle a todas las consolas “Nintendos” y empapémonos de algunos de los beneficios de los videojuegos.
Desarrollo de coordinación ojo-mano
Quizá piensas que suena un poco exagerado, pero no lo es. En muchos juegos, para ser bueno necesitas una excelente coordinación, en especial en los juegos de peleas y disparos. Los emuladores (de vuelo y conducción) son los más representativos para desarrollar estas habilidades. Esto beneficia en las aptitudes y agilidad de aprendizaje del sistema motor. Ahora me imagino que tendrás un rostro de incredulidad, sin embargo, si no me crees te invito a ver este video: https://www.youtube.com/watch?v=pFqNFcrbJgg
Desarrollo de inteligencia y resolución de problemas
Aunque no lo parezca, existen muchos juegos que fortalecen la inteligencia del jugador. En algunos juegos de acción, para poder avanzar, existen rompecabezas que se deben resolver para seguir jugando. Los verdaderos representantes de estos juegos son:
Estrategias: en donde tienes que crear recursos para después formar ejércitos, fortalecerlos y conquistar territorios. Si lo haces sin usar la cabeza es muy fácil que termines en poco tiempo. Pero el meollo del asunto es perfeccionar tus estrategias para ganar y conquistar.
Puzzles: Todos los juegos de rompecabezas, como el famosísimo: Candy Crush, ayudan a la resolución de problemas, a tener imaginación para desarrollar múltiples soluciones, paciencia y dedicación ante los fracasos. Existen otros más laboriosos en donde además tienes que aprender estadísticas. Así se descifran las debilidades y fortalezas de los personajes.
Interacción con otras personas. Aprender a jugar en equipo
Me imagino a algunos de ustedes diciendo: «Estás loco. Mi hijo no tiene tiempo de conocer a nadie por estar pegado a ese aparato», pero la interacción se vive por dos vías: La primera es por internet, ya que muchas de las interacciones se pueden realizar a través del juego, con ayuda de los micrófonos de la consola. La segunda es a través de las comunidades donde se reúnen a platicar del juego. Esto se logra porque algunos juegos están diseñados para que un equipo de varias personas vaya contra otro equipo. Uno de los juegos más representativos de esto es: League of Legends.
Comprensión de narrativa e imaginación
Algunos creen que los juegos no tienen nada de contenido y que son muy básicos. Esto es cierto para algunos, pero existen otros en los que la trama y la estrategia te envuelven de tal forma que más pareciera una buena película. Esto ayuda a que desarrolles la paciencia, estrategia, administración de recursos y perseverancia. Estos juegos son denominados RPG (role-playing game) y están muy bien representados por sagas como: Final Fantasy.
Medidas que los padres deben establecer en los videojuegos
Aunque existen cosas de los videojuegos que pueden ser positivas, se debe considerar que la relación con los videojuegos requiere de mucha disciplina aunado a una estrecha supervisión positiva de los padres. Por desgracia, a mí me faltó este tipo de atención y sí caí en una enajenación que fue perjudicial para mi vida. No quisiera que le pase eso tus hijos, por lo que te sugiero estas reglas que a mí me funcionaron para salir de ese desequilibrio.
1. Restricción de horas: Los juegos no son la niñera de tu hijo. Establece horarios claros para que jueguen y no evadan sus responsabilidades. Suena un tanto estricto, pero recuerda que todo lo placentero puede causar adicción.
2. Evaluación de contenidos: No todo es apto para tus hijos, ni para ti. Todos los juegos tienen una clasificación en el empaque y debes de respetarlas. De otra manera te puedes sorprender por lo que tú mismo le compraste. Estas clasificaciones las puedes ver aquí: https://www.esrb.org/ratings/ratings_guide_sp.aspx
3. Búsqueda de juegos afines: Me hubiera gustado compartir este hobby con mi padre. Tú también puedes hacer que estos momentos sean más enriquecedores y crear más lazos con tu hijo. De esa manera, él también podrá en el futuro tener un criterio en torno a esta actividad.
Espero que esto te haya ayudado a abrir un poco más la perspectiva acerca de los videojuegos y dejar de pensar que todos los videojuegos son nocivos. Los hijos se descarrían, muchas veces porque no tienen el ejemplo congruente de una vida cristiana o el amor del Señor reflejado en su familia. Edúcalos de tal forma que ellos mismos puedan identificar qué tipo de videojuegos son los mejores para ellos y ponlos en las manos de Dios en tus oraciones. No lo hagas solo, tómate de la mano de Dios.
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