¿Y los buenos deseos?
¿Cómo tenerlos este nuevo año?
Por Javier Campos
Acabaron las fiestas de fin de año y para muchos terminó la efímera esperanza que traen los regalos, las reuniones, la comida y los buenos deseos.
Ahora aparece de nuevo la triste realidad, que en muchos casos viene acompañada de deudas, treguas rotas, despidos, crisis y peor todavía: la inflación.
¿Dónde quedaron los buenos deseos con los que nos bombardearon todos estos días? ¿Se cumplirán? ¿Serán sinceros? ¿Estarán dentro de la voluntad de Dios?
Creo que es bueno volver a recordar y tomar conciencia de la verdadera razón de la Navidad, que no tiene nada que ver con cosas materiales que no permanecen, sino que gira alrededor del deseo de Dios.
En Lucas 2:10 se encuentra registrado el mensaje que los ángeles dieron a los pastores: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor».
«Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Lucas 2:14)
El gozo, la paz y la buena voluntad que mencionaron los ángeles derivan del hecho histórico más emocionante de la historia: el nacimiento de Jesucristo, el Mesías prometido.
¿Y por qué es relevante este nacimiento? El teólogo Guillermo Hansen lo expresa así: «Quizás aquí nos topamos con el misterio más sublime de Dios y de la existencia humana. Dios se reviste de lo mortal en un niño, una promesa de plenitud para nuestro mundo. A su vez, en este niño el mundo es revestido de Dios sin dejar de ser mundo».
El deseo de Dios, su buena voluntad para con los hombres, es que nos reconciliemos con Él, para que así pueda habitar en y entre nosotros. Y esto sólo fue posible por Emanuel, Dios con nosotros, el niño de Belén que nació. Su venida lo cambia todo, marca el inicio de la verdadera paz, del más sublime amor, y de la esperanza materializándose en nuestro mundo.
¡Esa sí es una buena noticia! Ahora sí, a comenzar el año.
¿Cómo tenerlos este nuevo año?