Miedo a la muerte

Foto por Sergio Mendoza

¿Qué nos puede ayudar a estar confiados a la hora de llegar al momento final? 

Por Felipe Güereña A. 

Para enfrentar el temor a la muerte la gente ha tomado diversas tácticas a lo largo de los siglos. Los paganos de la antigüedad y algunos aún en el presente mandan que al morir, su esposa e hijos sean enterrados vivos con ellos para así tener a su familia en el más allá. Una variación moderna de esto es matar a sus hijos y luego suicidarse.

Otros para garantizar la vida eterna, siguen a falsos maestros como el caso del profeta de Jonestown, Jim Jones, quien convenció a sus seguidores de envenenarse con él para llegar al cielo. En un caso similar, los miembros de una secta se suicidaron porque pensaban que una nave espacial los llevaría al paraíso.

También está el extremo moderno donde, aunque la gente teme morir, no tiene ningún tipo de previsión: «El sabio piensa en la muerte, pero el necio, en ir a divertirse» (Eclesiastés 7:4 DHH).

Lo anterior confirma que basar nuestra confianza en nosotros mismos, las costumbres, ritos o líderes no nos ayudará a estar confiados a la hora de llegar al momento final.

Entonces, ¿en quién debemos confiar? En Jesús, quien es la persona más segura pues ya murió y venció a la muerte al resucitar. Su tumba está vacía.

Quizá hemos escuchado que solo existen dos cosas seguras en la vida: los impuestos y la muerte. Esta última va a llegar, ¿estamos listos?

Hebreos 9:27 expone: «…está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio…”. Por lo tanto, cuando aún tenemos vida es nuestra oportunidad para tomar la mejor decisión, no la demoremos.

Jesús dijo de manera contundente: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Juan 11:25). 

«Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna» (Juan 3:16).

«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6).

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» (Juan 17:3).

¿Quieres perderle el temor a la muerte? Entonces confía y entrégale tu vida al único que puede darte la vida eterna: Jesucristo.

Tomado de la revista Prisma 42-6


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