Radiaciones en la oficina

El cuidado en este tópico se hace cada vez más importante

Adaptado por la redacción de Prisma

Vivimos en un mundo con mucha tecnología.

Evita que los cables de los ordenadores y la instalación eléctrica te pasen cerca de las piernas.
Utiliza siempre que puedas un teléfono fijo en vez del celular.
Sustituye los teléfonos inalámbricos por teléfonos con cable. Los teléfonos inalámbricos son más dañinos que los celulares.
Utiliza lo más que puedas los auriculares del teléfono móvil y si hablas por largo tiempo trata de alejarlo de tu cabeza y cuerpo.
Aunque no estés hablando por celular, llévalo alejado del cuerpo. El teléfono encendido no deja de emitir señales, así que aunque no lo usemos, de todas maneras emite radiaciones. La telefonía pasiva es otra forma constante de irradiación.
Ventila tu oficina por lo menos 15 minutos al día. Esto mejorará la calidad del aire y reducirá la carga electrostática.
Dosifica las horas que pasas conectado a los aparatos tecnológicos. Es saludable en todos los sentidos, saber apagar el móvil, tabletas o computadoras. Nos ayuda físicamente al evitar radiaciones y también psicológicamente al evitar adicciones.
Antes de descansar por la noche, camina descalzo un rato, si te es posible en contacto con la tierra o el pasto. Descargarás las radiaciones acumuladas durante el día.
Toma antioxidantes todos los días para contrarrestar los efectos de las radiaciones acumuladas. Come frutas y verduras de hoja oscura, que son las que tienen más vitamina C.

¡Auxilio! Estoy sin celular (Qué hacer cuando vives esta tragedia)